La Granada renacentista y cristiana
En esta visita abordamos los cambios que se producen en la capital del Reino de Granada tras la Toma de la ciudad por los Reyes Católicos. Ampliar calles y abrir postigos, demoler ajimeces o engalabernos y crear plazas forman parte de un plan rector que busca asimilar el urbanismo local a los cánones de las demás ciudades de Castilla. De este modo se transforman viviendas nazaríes y se construyen palacios al estilo castellano. Gótica es la Capilla Real, pero el Renacimiento se convierte en la regla de oro de las nuevas construcciones. Se construyen más de treinta conventos, nuevas parroquias y edificios edilicios como la Real Chancillería.
Aparte de esta visita general, ofrecemos una visita temática independiente (y con guía gratuito dentro del museo de arte hispano-musulmán), al Palacio de Carlos V.
Damos aquí unas pinceladas de los principales monumentos a visitar.
La Capilla Real y el Complejo Catedralicio: El inicio del recorrido por la Granada Cristiana podría comenzarse aquí, en el mausoleo de los Reyes Católicos, que conquistaron la ciudad a los musulmanes en 1492, y dejaron en ella una impronta que pervive desde entonces, cambiando por completo la fisonomía económica, política, social y religiosa del último reino musulmán en la península ibérica. Tras la guerra, que duró unos diez años, los Reyes Católicos no sólo tomaron un gran compromiso por fidelizar estas tierras a la Corona castellana sino que mostraron el mayor empeño en gobernarlas con buen pulso para cicatrizar cuanto antes las heridas de la contienda, firmando para ello las famosas Capitulaciones. Además de eso decidieron ser enterrados en esta ciudad y no sólo ellos sino también sus hijos y nietos. El panteón, o Capilla Real, es un rico templo de orden gótico, con un esplendoroso retablo y una gran reja labrada en forja e incontables tesoros pictóricos y de imágenes. Y abajo, en la Cripta de enterramientos reposan sus restos y los de algunos de sus descendientes. Añadir además que dejaron a la ciudad un valiosísimo legado con el que se completó un museo hecho de las propias donaciones de la Reina de pintura flamenca, joyas reales, corona y cetro, pendones… Adosada en su lado norte se comenzó a construir la Catedral sobre las ruinas de la demolida MEZQUITA ALJAMA de la ciudad, con su singular torre-alminar conocida por la Torre Turpiana, pero sus avatares, fundamentalmente la falta de dinero, la mantuvieron en obras durante siglo y medio y al cabo quedó tu torre principal sin terminar. En apariencia es un vasto edificio de una sola pieza pero no lo es en modo alguno, pues adosados a ella tiene otros tantos edificios intercomunicados y al mismo tiempo independientes como la Lonja de los Genoveses, El Sagrario y el edificio de los Canónigos.
Los palacios Señoriales.
La aristocracia militar que acompañó la Toma de la Ciudad recibió en compensación un rico botín en dinero, títulos y sobre todo en propiedades, lo que aprovecharon para instalarse en los espacios más favorables de la ciudad. Buena parte de estos palacios y casas nobles fueron antes viviendas o cármenes de familias pudientes musulmanas. Los blasones abundan en el centro de la ciudad y podemos seguir su rastro por aquellas casas que aún hoy conservan el escudo heráldico en sus fachadas. En buen estado siguen, con sus impostaciones y eclecticismo artísticos peculiares, a lo largo de la ribera del río Darro, (Paseo de los Tristes), o en el centro de la ciudad, como el Palacio de Abrantes. La lista es muy larga. Un sencillo paseo por las calles que ahora paseamos, cerca de la Catedral o aledaños, nos darían un listado de varias docenas. Los más fácilmente reconocibles serían La casa de Don Hernando de Zafra ahora museo Arqueológico, la Casa de los Tiros, palacio-hotel El Ladrón de Agua, Palacio de Santa Inés y otros muchos. Nos detendremos en la Casa de Castril, o de Don Hernando de Zafra, secretario de los Reyes Católicos y Jefe administrativo de la ciudad tras la Toma. Se halla en el Paseo de los Tristes, frente a la Iglesia de San Pedro. Tiene una fachada con traza muy elaborada, plateresca, en piedra, aunque polémica, y un amplio patio dedicado a usos museístico que atesora piezas muy variadas e interesantes desde la prehistoria a nuestros días. El detalle curioso es que tiene un pequeño balcón que mira a la calle cerrado de obra, -tapiado-, y encima de él se puede leer un escrito que dice : “lo que del cielo venga”…y desde tiempo inmemorial se ha divulgado que Don Hernando u alguno de sus hijos emparedó allí al amante de su mujer y cerró el balcón.
Es la Casa de los Tiros, una imponente Casa Señorial en el centro de la ciudad, propiedad de los Granada Venegas, cuyos lazos con la Corona nazarí no impidieron su conversión en cristianos nuevos con singulares títulos de nobleza castellana, a cambio de desleales favores. La antigua mansión es irreconocible pues fue reformada de cabo a rabo y su fachada reforzada en piedra para colocar en ella cañones o alabardas de guerra, de ahí le viene el nombre, y salvo el patio y el jardín todo fue cambiado. Es actualmente hemeroteca y Museo Provincial. Y en sus jardines románticos se leen conferencias y se escuchan conciertos.
En el transcurso del recorrido podremos visitar también algunas importantes iglesias y Conventos.
Aunque las Capitulaciones firmadas por los Reyes Católicos con Boabdil, incluían el respeto al culto musulmán, la temprana desaparición de la Reina Isabel dio al traste con ese acuerdo. Así muchos oratorios, rábitas o mezquitas fueron demolidas y las más grandes, previa adaptación, se convirtieron en Iglesias. Es el caso de la mayoría de Iglesias de la ciudad, como la citada de Santa Ana, San Andrés, San Pedro y otras muchas. Entre los conventos visitaremos Santa Paula y los Jerónimos, además de la Cartuja.